jueves, 8 de marzo de 2012

POLÍTICA DE COMUNICACIÓN INDÍGENA


Política de comunicación indígena, 
características y compromisos.
2012: Año Internacional de la Comunicación Indígena
Por Franco Gabriel Hernández*

1.   Un acercamiento conceptual a la comunicación indígena.

La comunicación indígena puede verse desde varias perspectivas. Como una estrategia para fortalecer la cultura y la identidad; como un proceso de construcción de la resistencia indígena frente los embates de la globalización; como un espacio de construcción de nuevos escenarios de desarrollo y vida de los pueblos indígenas; como un mecanismo para favorecer la interculturalidad; como un poder, y como el ejercicio de un derecho público. Ninguna de estas perspectivas debe ser evitada por el ejercicio de las demás, sino practicarse
desde un enfoque de totalidad, según lo requieran las diversas situaciones que viven los pueblos indígenas y de acuerdo con las realidades específicas donde la comunicación indígena se hace presente.

Un primer acercamiento a la comunicación indígena es reconocerla como lo estableció el I Congreso Nacional de Comunicación Indígena de México: “los comunicadores indígenas entendemos el proceso de comunicación en su sentido más amplio, con todas las formas posibles, desde las tradicionales de cada uno de nuestros pueblos, así como la prensa, la radio, la televisión, la Internet, cine y video”.  Sin embargo, vale la pena diferenciar las perspectivas
porque ayuda a pensar en el contenido de la comunicación indígena, en sus propósitos y compromisos; pero sobre todo, para ir acercándose, según cada mirada, a una construcción conceptual suficientemente válida desde el propósito de dar sentido social, cultural y político a la comunicación indígena.

La comunicación indígena como una estrategia para fortalecer la cultura y la identidad de los pueblos indígenas obliga a  tener en  cuenta que la comunicación indígena debe sustentarse en la vida, cosmovisión, identidad, valores, cultura, idiomas originarios y aspiraciones de los pueblos y nacionalidades indígenas. Por lo mismo, es prioritario que los comunicadores indígenas tomen en cuenta el conocimiento de los abuelos, la voz de las autoridades tradicionales, la experiencia y saberes de los portadores de las culturas en sus diferentes manifestaciones; basarse en la investigaciones de los sitios sagrados, de los mitos y leyendas de los pueblos, de la cosmovisión general del pueblo o comunidades del universo en que llega la comunicación, cuidando siempre de valorar constantemente lo que se puede informar, difundir o compartir, porque hay conocimientos que deben guardarse y hay otros que sí se pueden compartir. Esto significa que el comunicador indígena es un sujeto comprometido con su pueblo, con su cultura y con todo lo que representa la identidad de los miembros de su pueblo.

La comunicación indígena como un proceso de construcción de la resistencia indígena frente los embates de la globalización se articula con el compromiso de la comunicación indígena ya señalada en el párrafo anterior, pero además, tiene que dar señales a la gente de cómo resistir las tentaciones de la globalización en la alimentación, en los cultivos, en el uso de recursos tecnológicos, uso de abonos y herbicidas y todo cuanto envenena la tierra. Asimismo, tiene la responsabilidad de ser medio de articulación de las luchas de los pueblos por su autonomía, por su territorio, por la defensa de los recursos naturales y por un aprovechamiento adecuado de los mismos; debe asumir la tarea de difundir proyectos ecológicos y de productividad que mantengan la vida y cuiden el ambiente; en fin, en este contexto el comunicador indígena no sólo debe ser miembro y hablante de la lengua indígena sino un estudioso de todos estos temas, a fin de no convertirse en un nuevo colonizador, sino en un sujeto que a través de la comunicación indígena liberadora contribuya a mejorar las condiciones de vida y a cuidar que no se deteriore la calidad de vida de los pueblos indígenas.

La comunicación como construcción de nuevos escenarios de desarrollo y vida de los pueblos indígenas es una tarea que debe hacer de la comunicación un espacio de intercambio, de enriquecimiento y de búsqueda de experiencias de desarrollo de otros pueblos indígenas en el mundo; experiencias de pueblos que a través de la cultura propia han logrado construir proyectos civilizatorios alternos al modelo capitalista que predomina en el mundo o de los modelos socialistas que aún se mantienen como experiencias de desarrollo en algunos pueblos. La idea no es copiar a nadie sus modelos sino mirar la capacidad y las experiencias de otros para nutrir las propias realidades culturales existentes en nuestros pueblos y recuperar prácticas que se han ido olvidando o que se han mantenido en una vida marginal como el tequio, la guetza, la ayuda mutua y un sinnúmero de formas sociales y económicas colectivas, englobadas en la idea de comunalidad que ha distinguido a nuestros pueblos y les han permitido resistir a los embates del capitalismo depredador. Existen nuevas experiencias de explotación sustentable de los bosques y los recursos del agua que deben ser compartidos para servir como impulso a nuevas experiencias de desarrollo alterno y los medios de comunicación indígena pueden prestar este servicio a los pueblos indígenas.

Como un mecanismo para favorecer la interculturalidad, la comunicación indígena debe diferenciar sin discriminación al “otro” y presentarlo cual es. Este “otro” pueden ser los otros pueblos indígenas y los pueblos no indígenas, a través de sus culturas y lenguas, así como sus valores y cosmovisiones. Indudablemente que no basta aceptar al otro como diferente, sino aprender a respetar la diversidad, la diferencia y aprender a enriquecerse con las aportaciones de otros pueblos. En este campo la comunicación indígena tiene un enorme potencial y un trabajo estratégico fundamental.  Se parte de la idea de que se puede ser hombre del mundo si primero se es hombre de un pueblo, del pueblo propio.  El que tiene una identidad fuerte y positiva puede estar en todos los mundos sin dejar de ser él mismo, pero siendo respetuoso de la diversidad en la que convive y se desarrolla como hombre perteneciente a un pueblo propio. Se es universal sin dejar de ser uno mismo.

La comunicación indígena como poder es quizá una de las perspectivas más delicadas de la comunicación. La primera responsabilidad de la comunicación en este campo es comprometernos a ejercer la comunicación con autonomía, con profundo respeto a nuestro mundo espiritual, en el marco de la pluralidad cultural y lingüística de nuestros pueblos y nacionalidades. Esta es una de las tareas que encomendó a la comunicación indígena en la Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala en La María Piendamó, Colombia. La segunda cuestión para ejercer debidamente el poder de la comunicación es que ésta sólo tiene sentido si se da en el marco de nuestra cultura y a través de nuestros idiomas originarios, si la ponemos al servicio de la vida de nuestros pueblos; también para dar a conocer a todos los pueblos indígenas y a todos los pueblos del mundo, las luchas por nuestros territorios, por nuestros derechos, por nuestra dignidad e integridad.

De esta manera, todos los esfuerzos por lograr que la comunicación indígena quede en manos de nuestros pueblos es lo que fundamenta que la comunicación sea un poder que debemos apropiarnos y ejercer para incidir en la sociedad y en la formulación de políticas públicas que nos garanticen el derecho de acceder a los medios de comunicación y nuevas tecnologías.  En este sentido hacemos nuestro el planteamiento de la Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala para que la comunicación indígena se convierta en un espacio permanente para realizar la minga de pensamientos y acciones sobre la comunicación indígena y el espacio legítimo para:

           “Compartir nuestras experiencias, problemas y aspiraciones en el campo de la comunicación y para la formulación de planes y estrategias al servicio de nuestros pueblos y nacionalidades indígenas”.
           “Construir una plataforma capaz de encaminar y articular nuestros esfuerzos a nivel del continente Abya Yala, para que la comunicación indígena esté siempre al servicio de nuestros Pueblos y de nuestras legítimas aspiraciones. Como primer paso decidimos establecer un enlace continental de comunicación indígena que articule las diferentes redes, procesos y experiencias de los pueblos, organizaciones y comunidades indígenas. Esta plataforma debe servir también para articular esfuerzos con los pueblos afrodescendientes, campesinos, sectores sociales y grupos afines al pensamiento de los pueblos indígenas”.
           “Articular el esfuerzo continental de nuestros pueblos y sus comunicadores indígenas para exigir a los Estados nacionales el respeto al derecho a la comunicación y a la información, realizando las reformas legislativas necesarias para un marco jurídico que fomente los sistemas de comunicación propios y la formación permanente en todos los niveles, de acuerdo a nuestra cosmovisión y cultura”.
           “Avanzar en los procesos de concertación con y en los organismos internacionales para desarrollar normativas que garanticen el pleno ejercicio de la comunicación indígena, teniendo en cuenta la Declaración Universal de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, la Declaración y Plan de Acción de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, el Convenio 169 de la OIT y las leyes de países del continente que hayan avanzado sobre la materia”.

Por último, entender la comunicación como el ejercicio de un derecho público es hasta el momento la parte más débil de la comunicación indígena en México por la falta de reglamentación de este derecho.  Estamos conscientes que la comunicación indígena es el ejercicio de un derecho establecido como práctica entre los pueblos y comunidades indígenas pero esto no es suficiente. Este derecho debe quedar reconocido en las leyes nacionales, para así tener acceso, de manera legítima a los recursos para su ejercicio y desarrollo. Este es un campo pendiente que no podemos olvidar y es una lucha que jamás debemos abandonar.

Si queremos que la comunicación indígena sirva de puente que nos enlace con la sociedad mayoritaria nacional, lo debemos hacer para que esta sociedad mayoritaria nos ayude y nos apoye en nuestra lucha por el reconocimiento de nuestros derechos a la comunicación y a la información en toda su plenitud. Sin embargo la conciencia de esta necesidad y su trascendencia no existe con la fuerza necesaria en la sociedad mayoritaria. Por eso debemos hacer nuestro trabajo intercultural, a fin de que la sociedad aprenda a conocernos y valorarnos y nosotros los aceptemos en sus valores y limitaciones. La comunicación, a través de la palabra puede ayudarnos al reconocimiento de los otros y reconocerse con otros en lo que consideremos justo y valioso.

El gobierno federal y el Congreso de la Unión están limitados de reformar la ley correspondiente, el primero porque sólo simula un reconocimiento a los pueblos indígenas y está aprisionado por los intereses de los medios de comunicación dominantes en México que han cooptado su libertad de actuar; el segundo, porque sólo juega el acto de legislar y lo que hace está determinado por los intereses de sus partidos y por los compromisos abiertos u ocultos con los medios hegemónicos en México; los legisladores hasta ahora no han mostrado que tienen responsabilidad con el pueblo en general, menos con los pueblos indígenas que siguen estando para ellos invisibles políticamente.

Dentro de todas estas posibilidades y limitaciones, la comunicación indígena es como las arterias y las venas para el cuerpo, por ella corre la sangre que da vida a nuestros pueblos y comunidades, a través de ella se distribuye y se alimenta el espíritu del pueblo circulando la cultura, la lengua, las luchas por la autonomía y los sueños y proyectos de los pueblos indígenas que salen del silencio de siglos y empiezan a proclamar su propia palabra. Por ello podemos afirmar que la comunicación indígena es una herramienta estratégica, como comunicación es un compartirnos algo mutuamente, esto es debe estar centrada en nosotros mismos para nosotros, con nosotros y el mundo, esto es expresar lo más genuinamente nuestro ser y nuestra esencia; y es indígena porque debe expresar nuestra lucha para dejar de ser dominados, manipulados, discriminados, explotados y hacernos visibles ante la sociedad mayoritaria nacional en un primer momento y ante el mundo como parte de la humanidad.

1.   Sobre los contenidos de la comunicación indígena

Si aceptamos la idea de que la comunicación es un compartirnos algo mutuamente, el contenido de la educación debe empezar por compartir lo que somos y afirmada nuestra identidad buscar en el mundo otras experiencias, valores, conocimientos y tecnologías que nos ayuden a ser, a expresarnos en ámbitos mayores y a florecer como pueblos con cultura propia, con expectativas propias, con realidades concretas y con sueños del presente y del futuro que nos pertenecen como parte de nuestra historia interrumpida desde la colonización ibérica.

Por esta razón consideremos que el contenido de la comunicación indígena debe sustentarse, como se señala al principio de este documento, en la vida, en la cosmovisión, en los valores, en la cultura, en los idiomas originarios y en las aspiraciones de los pueblos y nacionalidades indígenas, a fin de fortalecer nuestra identidad, clarificar nuestras aspiraciones y difundir nuestras luchas. Debe, además, responder a las necesidades de información que prevalecen en nuestros pueblos; ser diseñados con la participación comunitaria; visibilizar y acompañar el proceso de lucha y resistencia cultural, poniendo especial atención a contenidos para el avance en la construcción de mejores condiciones de vida, o como lo reconoce la Cumbre continental de Comunicación Abya Yala, en la “construcción de Planes de Vida , del Buen Vivir (Sumak Kawsay y Suma Qamaña), en la construcción de Estados Plurinacionales, en el ejercicio del derecho propio, la autonomía alimentaria, la revitalización de los idiomas originarios y el respeto a la Madre Tierra (Pacha Mama)”.

Seguramente este Congreso puede, con la experiencia de los diversos hermanos, avanzar en la definición más concreta de la comunicación indígena, teniendo presente que la idea que debe orientarnos es, primero fortalecer nuestra propia cultura y de ella nuestra lengua, cosmovisión y formas de vida y convivencia con la madre tierra. Vale la pena señalar la importancia de fortalecer los saberes comunitarios, los conocimientos ancestrales de la vida y de nuestra relación con la naturaleza y los otros hombres, así como los conocimientos contemporáneos que nos permiten interactuar en este tiempo y mantener el rostro propio. Nada de esto puede comunicarse si no nos apropiamos debidamente de ello a través de la investigación, de estar abiertos y dispuestos a escuchar a nuestros mayores, de respetar las tradiciones y los valores que nos han hecho pueblos diferentes en el mundo. Toca al comunicador indígena utilizar y diseñar los distintos lenguajes, formatos y soportes para esta tarea.

Pero además, la comunicación indígena debe servir como un espacio para ejercitarnos y abrir la discusión permanente para descolonizar los conceptos impuestos y reconstruir los propios, a fin de fortalecer nuestra vinculación con el cosmos, la naturaleza y la vida, como lo estableció la Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala celebrada en el Cauca, Colombia. También desmitificar el desarrollo del mundo occidental, mostrar y explicar sus diversas crisis y errores con respecto a la vida humana y la naturaleza, con el medio ambiente y por los costos de la industrialización. Muchos de nuestros pueblos poseen saberes y formas de vida que debemos revalorar, pero también reflexionar qué de lo que hacemos, pensamos y creemos debe actualizarse de manera apropiada y seleccionada a partir de nuestros saberes ancestrales. No podemos hablar que somos o tenemos la semilla de una civilización emergente como una alternativa cultural, social y política si no la hacemos conscientes en nosotros y si no la mostramos al mundo. Este es un papel que la comunicación no debe obviar.

La comunicación y los medios

Hemos aprendido que podemos manejar cualquier medio. El problema son los fines para los que accedemos a ellos y la aceptación acrítica de sus efectos. Este es un punto pendiente de reflexión.

La Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala y nuestros tres primeros Congresos de Comunicación Indígena nos han dejado claro que tenemos que avanzar en el conocimiento y uso de nuevas tecnologías, que debemos avanzar en la organización de estructuras y redes de colaboración a distintos niveles: comunitario, regional, nacional y continental.

Hay experiencias todavía poco desarrolladas en la televisión y el cine. Pero ya tenemos experiencias valiosas con los videos, con el periodismo digital y la misma radio. Estas experiencias deben ser sistematizadas para enriquecer nuestros  acervos y nuestras posibilidades. 

No olvidemos nuestros compromisos de que las Tecnologías de Información  y Comunicación (TICs) deben estar al servicio de la vida y la cultura de los pueblos originarios y que cada una de nuestras comunidades y pueblos tiene el derecho de definir las formas en que deseen emplearlas.

También existe el planteamiento de dar prioridad al uso del software libre y procurar elaborar los propios, de avanzar en la validación de nuestros propios alfabetos, ideogramas y caracteres, poniéndolos a disposición de nuestros pueblos, así como fomentar las prácticas artísticas como la fotografía, el dibujo, la pintura, la danza y otras expresiones culturales de los pueblos y nacionalidades indígenas.
Bajo este marco de apretadas ideas se puede pensar la construcción de las políticas de comunicación indígena, que deben entenderse como directrices, como principios, como lineamientos para que la comunicación indígena logre ser lo que queremos que sea y sirva para los propósitos que nuestros propios pueblos y nacionalidades decidan.

2012: Año Internacional de la Comunicación Indígena.

La I Cumbre continental celebrada en el Territorio de Convivencia, Diálogo y Negociación de la María Piendamó, Colombia, los días 8 al 12 de noviembre de 2010, declaró al 2012: Año Internacional de la Comunicación Indígena y demandó a los gobiernos y organismos internacionales que lo asuman e incluyan en sus agendas políticas y presupuestarias.

¿Qué significa esto?

En primer término, reconocer en el marco de las leyes nacionales el derecho de los pueblos indígenas a la comunicación y a la información.

Excepto Bolivia que en su nueva reforma legislativa concedió a los pueblos indígenas de ese país el 14% del espectro radioeléctrico y la ley de medios audiovisuales en Argentina, o los avances en Ecuador, el resto de los países de lo hoy conocido como América, es de una falta de legislación para el reconocimiento de este derecho.

En el caso de México, desde el 2007 que la Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucional la famosa “ley televisa” que ignoró los derechos de los pueblos indígenas, el Congreso de la Unión no ha sido capaz de legislar nada al respecto.

Cooptados por los intereses dominantes de la televisión y sistema de radios dominantes en el país, el gobierno mexicano y el Congreso de la Unión, no han sido capaces de avanzar en la legislación para contar con una nueva Ley de Radio y de Televisión, así como la nueva Ley de Telecomunicaciones, acorde a un espíritu más incluyente y equitativo en el terreno de la comunicación.

El Congreso Nacional de la Comunicación Indígena de México hemos planteado la necesidad de reservar una parte del espectro radioeléctrico para los pueblos indígenas.

Esta solicitud nuevamente fue abordada el 17 de enero de este 2009, por los comunicadores indígenas reunidos en San Cristóbal de las Casas, Chiapas en la tercera sesión del Grupo  de Trabajo del Programa para el Ejercicio de los Derechos de los Pueblos Indígenas.

Hemos insistido en nuestra preocupación por la negativa del gobierno federal para emitir los permisos que en este campo se les ha solicitado, mismos que se nos han negado. Recientemente, el 19 de diciembre de 2011, hemos solicitado a Mónica Aspe Bernal, Coordinadora de la Sociedad de la Información y Conocimiento, de la SCT, nuestra participación en la Consulta Pública que la SCT realiza en torno a la agenda de política pública digital.

No hemos tenido respuesta. No sólo hay un vació en el campo legislativo sino una tendencia de no querer escuchar a los comunicadores indígenas.

Segundo, necesitamos visibilizar en el contexto de los diferentes países del continente Abya Yala, no solamente la poca atención que se otorga al respeto de los derechos de los pueblos indígenas, derechos fundamentales sobre el territorio, la consulta previa para la explotación de los recursos naturales como el agua, bosques, construcción de presas, otorgamiento de concesiones mineras, etc., y de forma muy específica nuestro derecho a la comunicación y a la información, sino la importancia misma de la comunicación indígena.

Tenemos que reconocer que la educación oficial en México ha fracasado por fortalecer la lengua y cultura de los pueblos indígenas de México. La comunicación indígena a través de las radios indígenas, de los videos, del cine y de otros medios de comunicación puede ayudarnos en este propósito de dar nueva ímpetu al aprendizaje de las lenguas por la niñez y la juventud.

No podemos olvidar que la UNESCO desde hace 12 años celebra este día como el Día Internacional de la Lengua Materna. Este organismo reconoce que la vitalidad de las lenguas dependen den todos aquellos que la hablan y se movilizan para protegerlas. Se admite además que de los 6,000 idiomas hablados actualmente en el mundo, la mitad de este número desaparecerá en una década. En México Inali ha señalado cuántas lenguas están en riesgo de desaparición. Los medios de comunicación indígena pueden ayudarnos para evitar esta catástrofe cultural.

Con esta ceremonia que hoy realizamos, no sólo abrimos un nuevo debate sobre este derecho a la comunicación sino una serie de actividades para fortalecerla. Realizar talleres, reuniones y seminarios nacionales e internacionales, celebrar el V Congreso nacional de la Comunicación Indígena Quintana Roo, en octubre de 2012; en fin, difundir nuestras plataformas virtuales sobre comunicación indígena: www.comunicacionesabyayala.org y www.comunicaciónindigena.mx  

Los medios indígenas tienen que convertirse en una herramienta para difundir problemas, violación de derechos y atropellos a los pueblos indígenas, pero también para comunicarnos entre pueblos sobre proyectos y programas de vida exitosos, sustentables, y cuidadores del medio. Necesitamos convertir la comunicación de muerte en comunicación de vida. Este es uno de nuestros retos y a ello dedicaremos nuestros esfuerzos, nuestra creatividad y capacidad como comunicadores indígenas.

Tenemos que avanzar en el fortalecimiento de la comunicación indígena en cada una de las regiones. Estaremos avanzando paso a paso, apoyando construyendo y fortalecimiento del talento humano, las producciones en sus diferentes géneros. También trataremos de avanzar en la formación de comunicadores indígenas para potenciar nuestras capacidades de trabajo.

Requerimos instalar el tema de la comunicación no sólo en la sociedad mayoritaria nacional, organismos y gobierno de México, también necesitamos instalarlo desde nuestras comunidades y bases de apoyo para proyectarlas internacionalmente. Este es nuestro propósito en este 2012.

BIBLIOGRAFÍA:

Declaración del I Congreso Nacional de Comunicación Indígena. México
Declaración del II Congreso Nacional de Comunicación Indígena. México
Pronunciamiento Político del III Congreso Nacional de Comunicación Indígena. México
Declaración de la Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala. Resguardo indígena de La María Piendamó. Territorio de Convivencia, diálogo y negociación, Cauca, Colombia.

* Ñuusavi, Presidente de AIPIN, miembro de la Comisión de Seguimiento del Congreso Nacional de Comunicación Indígena de México y como tal, miembro de la Comisión de Seguimiento de la Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala.